LOS DESAFÍOS DE FILVEN 2009
Cronológicamente entre el 13 y el 22 de noviembre, FILVEN 2009 consiguió materializar lo programado. Sin embargo, su alcance en suma de conocimientos y por lo tanto en desarrollo de conciencia, en torno al real valor de los libros, en incremento del amor por la lectura tanto individual como colectiva, resulta inmensurable.
Un libro puede albergar tantos mundos… Aunque atrapado en su continente no pueda ser más que un objeto a lo sumo decorativo, apenas lo abrimos, de un buen libro emerge ese mágico puente que hace posible que el autor inmediatamente se ponga en contacto con uno, decenas, centenas, miles o millones de anónimos lectores y marca el inicio de una enigmática travesía que nos llevará al encuentro con ideas, situaciones, sentimientos, reflexiones, pensamientos y emociones que pudieran determinar en adelante, el rumbo que tomarán muchas de esas existencias. Pero casi siempre, algo sucederá en la conciencia….
Sin embargo, FILVEN 2009 se planteó en su programación una serie de actividades dirigidas por una parte, a profundizar el hermoso desafío de hacer de la venezolana, una sociedad de lectores (y entonces cómo no, de escritores), y por la otra, nadar a contracorriente de la lectura asumida como ejercicio (si bien perfectamente válido), exclusivamente individual, para incentivar la puesta en escena de la lectura ejercida colectivamente y destinada al cultivo cada vez más frecuente de espacios en los que las ideas, sentimientos, situaciones, pensamientos, propuestas y reflexiones generadas a partir de los libros, sean territorios de crecimiento compartible entre lectores. Sin duda, entre las actividades impulsadas por la FILVEN 2009, las dos que acabo de especificar, ejemplifican la marcada importancia que se le está otorgando a la aceleración y profundización del Plan Revolucionario de Lectura.
Un libro puede transportarnos hacia tantos desconocidos universos… Cuántos autores han referido el Tema y relatado sus vivencias. Porque cada libro lleva en su desarrollo tantos mensajes que sería titánica tarea el enumerarlos. Yo atrapé uno entre los muchos que pueden hallarse en un relato de José Saramago intitulado: El cuento de la isla desconocida, en el cual narra las vicisitudes por las cuales un hombre que nunca ha navegado pero quiere hacerse a la mar para encontrar una isla desconocida, se planta frente a uno de los muchos portones que tiene el palacio del Rey del poblado y exige a éste le dé un barco. Cuando finalmente logra la anuencia de su Majestad, la mujer encargada de hacer la limpieza del Palacio, cansada ya de tal tarea y enamorada de la aventura de aquél hombre, sale por la puerta de las decisiones del palacio, dispuesta a acompañarlo. Ya elegido el barco, la mujer que estaba a cargo de la limpieza del palacio, se hace presente para manifestar al Navegante su disposición de encargarse de la limpieza de la embarcación desde ese momento y durante toda la travesía. Es cuando se inicia uno de los muchos diálogos que a todo lo largo del Cuento habrá entre ambos y en el cual Saramago aprovecha para colocar en boca del arrojado Hombre, el mensaje que dentro del diálogo se resalta en negrillas y el cual, deseo compartir con todos nuestros lectores:
PARA QUIENES NO HAN LEÍDO TEXTOS DE SARAMAGO, LES SERÁ ÚTIL SABER QUE EL ESTILO DEL ESTE ESCRITOR PRESCINDE DE LOS APARTES Y GUIONES CARACTERÍSTICOS DESTINADOS A MARCAR LA SECUENCIA DENTRO DE UN DIÁLOGO, EN CONSECUENCIA, PARA ASEGURAR LA COMPRENSIÓN DEL FRAGMENTO A CONTINUACIÓN, EL MISMO DEBE LEERSE TOMANDO CADA PUNTO Y SEGUIDO COMO SIGNO QUE MARCA EL FINAL DE LA IDEA DE QUIEN SE ESTABA EXPRESANDO Y EL COMIENZO DE LA RESPUESTA DE SU INTERLOCUTOR(A).
INICIA EL DIÁLOGO EL NAVEGANTE:
“…Entonces estás decidida a ir conmigo en busca de la isla desconocida, Salí del palacio por la puerta de las decisiones, Siendo así, ve para la carabela, mira cómo está aquello, después del tiempo pasado debe precisar de un buen lavado, y ten cuidado con las gaviotas, que no son de fiar, No quieres venir conmigo a conocer tu barco por dentro, Dijiste que era tuyo, Disculpa, fue sólo porque me gustó, Gustar es probablemente la mejor manera de tener, tener debe de ser la peor manera de gustar…”
José Saramago.